RSE Caracas.- El entorno social en las sociedades modernas, entendido como lugar de asentamiento y de convivencia de los ciudadanos, sin duda tiene la decisiva influencia del sector empresarial privado como factor de transformación de la realidad de las comunidades.
En el caso venezolano, esa realidad ha estado afectada durante los últimos años por la coyuntura política, asegura la socióloga Charo Méndez, consultora en materia de Responsabilidad Social Empresarial.
¿Cómo se define la Responsabilidad Social Empresarial integral?
En el siglo pasado no se hablaba de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) sino de la responsabilidad de empresas en asuntos sociales, la intervención de los proyectos de la empresa en beneficio del país. Pero en términos fundamentales las empresas tenían dos opciones: cumplir lo indicado por las leyes con sus trabajadores, que se conocía como bienes social integral; y otra de las tendencias que se desarrollo fuertemente fue cumplir con la comunidad, a través de la filantropía, en otros momentos llamados inversión social empresarial, o desarrollo social de intervención privada.
Pero de cualquier manera en el siglo pasado cuando se hablaba de RS se refería a lo que podían hacer las empresas por sus trabajadores o por su entorno o la sociedad.
Ya a finales del siglo se empiezan a dar movimientos internacionales importantes, producto del impacto de la globalización, cuando se percibe que las grandes economías del mundo son empresariales, y de alguna manera se empieza a revisar que no solo los Estados eran responsables del efecto de la pobreza, del cambio climático, sino que las corporaciones también debían tener algún tipo de responsabilidad.
Se empiezan a desarrollar fuertes discusiones en foros internacionales como ONU, o consejos empresariales, para buscar un concepto de RS mas profundo. A mi juicio uno de los mayores impactos fue el de profesor de una escuela de negocios, Edward Freeman, quien desarrollo la teoría de los Grupos de Interés, que explica que el capitalismo tiene impacto en los diferentes grupos con los que la actividad económica se relaciona.
Esta teoría ha funcionado para la Responsabilidad Social, en el entendido de que las empresas pueden tener impacto social o prácticas responsables con todos los grupos con los que se relaciona, bien sea porque los grupos reclaman a las empresas o porque estas generan efectos negativos. A raíz de eso se consolidó el enfoque de los grupos de interés, que pueden ser accionistas, proveedores, clientes, consumidores, empleados, comunidades, autoridades, ambiente.
Existe otro gran enfoque es el de desarrollo sustentable, referido a las dimensiones económica, social y ambiental.
En la práctica el enfoque integral combina las dimensiones con los grupos de interés, entendido como todas aquellas prácticas, en el marco de la ley o más allá, que las empresas pueden realizar en función de los grupos de interés y en los términos de las tres dimensiones.
Parece estar de moda la agenda ambiental. ¿Cuánto ha pesado en la gestión de RSE la dimensión ecológica?
Desde los años 80 se empezó a definir que quien contamina paga. A partir de entonces se empieza a ver de una manera distinta que el tema ambiental no compete solamente a los Gobiernos, sino que las empresas también podrían tener algún tipo de respuesta que dar. Después de ello la conferencia fue fundamental porque empezaron a hacer compromisos y exhortaciones también a nivel empresarial.
Creo que en este panorama internacional pesó mucho el compromiso de las petroleras, las que creo que bien por preocupación o bien por niveles proactivos o reacciones, tuvieron que enfrentar en el mundo la observancia o vigilancia que tenían sobre ellas los temas ambientales. Entonces en muchos países se desarrollaron legislaciones pensando mucho más en el papel que debe cumplir el Estado en regular, pero también determinando las responsabilidades del ciudadano desde el sector empresarial.
Creo que en América Latina se han desarrollado tanto regulaciones como practicas, y no es mentira que lo que hemos visto con el cambio climático y las exhortaciones con ese tema han vuelto a poner en agenda el tema ambiental. Para mí el enfoque de Responsabilidad Social incluye definitivamente el tema ambiental, sea que el ambiente es un eje transversal respecto a todos los grupos de interés o sea que el ambiente es un grupo de interés especifico.
Del caso venezolano me parece que está muy bien que el tema ambiental esté en la agenda empresarial, pero no a costa de los otros temas de RSE.
En Venezuela, ¿cuáles son los retos en RSE?
Siento que en Venezuela que a finales del siglo XX se pusieron muy en boga los temas sociales y de comunidad, sobre todo con la entrada al poder del Presidente Chávez quien trajo el discurso de la pobreza y la inclusión social.
Muchas personas, sea porque les pareció que se podía articular con el Gobierno, o sea por temor, desarrollaron programas nuevos con consejos comunales, ONG's, grupos organizados, etc., en áreas como salud, educación, entretenimiento.
En los últimos dos o tres años el tema ha estado cambiando dentro de la agenda empresarial venezolana con un viraje hacia dentro. Se está discutiendo la Responsabilidad Social de los trabajadores, a veces por razones de defensa ante un posible movimiento de confiscación o estatización, la empresa entiende que sus principales dolientes no serían solo los accionistas sino también los empleados y trabajadores. Entonces se ha visto en los últimos años como la discusión es el contrato social interno, el compromiso social, viendo no solo hacia afuera sino trabajando con un discurso de "ver primero la casa".
¿La oferta de RSE en el país se ha convertido en un asunto de vender expectativas desde el sector privado y el sector público?
En Venezuela el sector empresarial privado está viviendo amenazas muy fuerte. Y ante eso, trata de buscar todas las posibilidades de defensa. Entonces de alguna manera te puedes tratar de defender con los entornos en que se desarrollan las sedes, plantas o fábricas; acercarse a ese entorno para que puedan protegerlo.
El otro gran grupo es que a los propios trabajadores les duela que la empresa pueda ser cerrada o pueda haber un traumático cambio de patrono. Efectivamente los patronos público y privado han jugado a que existen un grupo de expectativas insatisfechas, y compiten para ver quien pueda prometer u ofrecer más.
Me sorprende que en el siglo pasado un venezolano promedio prefería un patrono público porque sentía que tenía mayor estabilidad, que éste no era tan exigente como el privado, y que le daba garantía una jubilación. Por el contrario en este momento algunos estudios indican que el venezolano está reflexionando sobre si es mejor un patrono privado que uno público. Ha habido un cambio de mentalidad absolutamente importante, en el sentido de que se prefiere que sea el Estado el que me defienda, el que regule la actividad laboral, pero que sea el patrono un empresario privado. Se quiere un equilibrio porque ante un patrono público, a qué instancia laboral de Gobierno puedo acudir a que me defienda.
El tema es el equilibrio de poderes, de derechos laborales. Hay cambios importantes.
¿Los derechos socioeconómicos de los trabajadores se están incluyendo como oferta de RSE?
Muchos empresarios en Venezuela, y según el tamaño de la empresa, dicen que ya la legislación laboral venezolana es exigente. Tienes ley del Trabajo, Inces, Lopcymat, ley de Alimentación, de Incorporación de Personas con Discapacidad, etc. Tienes muchas leyes laborales y si eres una Pyme ya cumplir con la legislación es muy fuerte, por lo que quedaría a las grandes empresas, las que tienen mayor musculatura, las iniciativas más allá de las obligaciones legales. Por eso se están otro tipo de cosas que no tiene costo, como practicas de no discriminación, de promoción, de igualdad de género.
Hay prácticas que se están desarrollando en países como Colombia, Chile o Brasil que aquí no se están discutiendo porque nos estamos quedando en la coyuntura. Temas como inversión responsable, de consumo responsable, de cadenas de suministro responsable, de productos "limpios". Hay discusiones sobre RSE que no se están dando en el país porque la coyuntura política es de un sector empresarial que se siente muy amenazado. La RSE se ha limitado a defenderse en el entorno operativo, y a que los trabajadores sean parte de los defensores de la empresa.
En otros países están discutiendo alianzas públicas y privadas, cómo el sector empresarial y el gubernamental se ponen de acuerdo para hacer acciones conjuntas de corresponsabilidad. Eso no se está logrando aquí porque no hay diálogo. Hay cosas que no estamos discutiendo como país porque la polarización no lo permite.
¿Qué temas deberían discutirse en el país?
Generación de desechos sólidos, seguridad personal, laboral e industrial, seguridad vial; problemas como que 30% de la población infantil no tenga educación preescolar. Hay indicadores en salud como el de la desnutrición. Deberíamos tener una agenda país en algunos temas, e ideal sería con un convocante que no polarice, que el Estado venezolano estableciera metas en educación por ejemplo. Pero lamentablemente las condiciones políticas no están ayudando. La gran apuesta es que en Venezuela hay una capacidad importante de trasnacionales, que son las que están avanzando en el mundo, bien sea porque se lo autoimponen o porque los observatorios internacionales se lo exigen. Entonces lo que uno espera es que entonces esas empresas trasnacionales que se sienten exhortadas a cambiar procedimientos y prácticas responsables en los países de su casa matriz, también lo hagan en Venezuela.
Por otra parte está el empresariado nativo, que si bien la coyuntura es complicada, la apuesta es que este país no bajará la Santamaría. Tiene que pensar que necesitamos un país con mayor equidad.
"Hay discusiones sobre RSE que no se están dando en el país" - El Universal
Ernesto J .Tovar
EL UNIVERSAL
¿Cómo se define la Responsabilidad Social Empresarial integral?
En el siglo pasado no se hablaba de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) sino de la responsabilidad de empresas en asuntos sociales, la intervención de los proyectos de la empresa en beneficio del país. Pero en términos fundamentales las empresas tenían dos opciones: cumplir lo indicado por las leyes con sus trabajadores, que se conocía como bienes social integral; y otra de las tendencias que se desarrollo fuertemente fue cumplir con la comunidad, a través de la filantropía, en otros momentos llamados inversión social empresarial, o desarrollo social de intervención privada.
Pero de cualquier manera en el siglo pasado cuando se hablaba de RS se refería a lo que podían hacer las empresas por sus trabajadores o por su entorno o la sociedad.
Ya a finales del siglo se empiezan a dar movimientos internacionales importantes, producto del impacto de la globalización, cuando se percibe que las grandes economías del mundo son empresariales, y de alguna manera se empieza a revisar que no solo los Estados eran responsables del efecto de la pobreza, del cambio climático, sino que las corporaciones también debían tener algún tipo de responsabilidad.
Se empiezan a desarrollar fuertes discusiones en foros internacionales como ONU, o consejos empresariales, para buscar un concepto de RS mas profundo. A mi juicio uno de los mayores impactos fue el de profesor de una escuela de negocios, Edward Freeman, quien desarrollo la teoría de los Grupos de Interés, que explica que el capitalismo tiene impacto en los diferentes grupos con los que la actividad económica se relaciona.
Esta teoría ha funcionado para la Responsabilidad Social, en el entendido de que las empresas pueden tener impacto social o prácticas responsables con todos los grupos con los que se relaciona, bien sea porque los grupos reclaman a las empresas o porque estas generan efectos negativos. A raíz de eso se consolidó el enfoque de los grupos de interés, que pueden ser accionistas, proveedores, clientes, consumidores, empleados, comunidades, autoridades, ambiente.
Existe otro gran enfoque es el de desarrollo sustentable, referido a las dimensiones económica, social y ambiental.
En la práctica el enfoque integral combina las dimensiones con los grupos de interés, entendido como todas aquellas prácticas, en el marco de la ley o más allá, que las empresas pueden realizar en función de los grupos de interés y en los términos de las tres dimensiones.
Parece estar de moda la agenda ambiental. ¿Cuánto ha pesado en la gestión de RSE la dimensión ecológica?
Desde los años 80 se empezó a definir que quien contamina paga. A partir de entonces se empieza a ver de una manera distinta que el tema ambiental no compete solamente a los Gobiernos, sino que las empresas también podrían tener algún tipo de respuesta que dar. Después de ello la conferencia fue fundamental porque empezaron a hacer compromisos y exhortaciones también a nivel empresarial.
Creo que en este panorama internacional pesó mucho el compromiso de las petroleras, las que creo que bien por preocupación o bien por niveles proactivos o reacciones, tuvieron que enfrentar en el mundo la observancia o vigilancia que tenían sobre ellas los temas ambientales. Entonces en muchos países se desarrollaron legislaciones pensando mucho más en el papel que debe cumplir el Estado en regular, pero también determinando las responsabilidades del ciudadano desde el sector empresarial.
Creo que en América Latina se han desarrollado tanto regulaciones como practicas, y no es mentira que lo que hemos visto con el cambio climático y las exhortaciones con ese tema han vuelto a poner en agenda el tema ambiental. Para mí el enfoque de Responsabilidad Social incluye definitivamente el tema ambiental, sea que el ambiente es un eje transversal respecto a todos los grupos de interés o sea que el ambiente es un grupo de interés especifico.
Del caso venezolano me parece que está muy bien que el tema ambiental esté en la agenda empresarial, pero no a costa de los otros temas de RSE.
En Venezuela, ¿cuáles son los retos en RSE?
Siento que en Venezuela que a finales del siglo XX se pusieron muy en boga los temas sociales y de comunidad, sobre todo con la entrada al poder del Presidente Chávez quien trajo el discurso de la pobreza y la inclusión social.
Muchas personas, sea porque les pareció que se podía articular con el Gobierno, o sea por temor, desarrollaron programas nuevos con consejos comunales, ONG's, grupos organizados, etc., en áreas como salud, educación, entretenimiento.
En los últimos dos o tres años el tema ha estado cambiando dentro de la agenda empresarial venezolana con un viraje hacia dentro. Se está discutiendo la Responsabilidad Social de los trabajadores, a veces por razones de defensa ante un posible movimiento de confiscación o estatización, la empresa entiende que sus principales dolientes no serían solo los accionistas sino también los empleados y trabajadores. Entonces se ha visto en los últimos años como la discusión es el contrato social interno, el compromiso social, viendo no solo hacia afuera sino trabajando con un discurso de "ver primero la casa".
¿La oferta de RSE en el país se ha convertido en un asunto de vender expectativas desde el sector privado y el sector público?
En Venezuela el sector empresarial privado está viviendo amenazas muy fuerte. Y ante eso, trata de buscar todas las posibilidades de defensa. Entonces de alguna manera te puedes tratar de defender con los entornos en que se desarrollan las sedes, plantas o fábricas; acercarse a ese entorno para que puedan protegerlo.
El otro gran grupo es que a los propios trabajadores les duela que la empresa pueda ser cerrada o pueda haber un traumático cambio de patrono. Efectivamente los patronos público y privado han jugado a que existen un grupo de expectativas insatisfechas, y compiten para ver quien pueda prometer u ofrecer más.
Me sorprende que en el siglo pasado un venezolano promedio prefería un patrono público porque sentía que tenía mayor estabilidad, que éste no era tan exigente como el privado, y que le daba garantía una jubilación. Por el contrario en este momento algunos estudios indican que el venezolano está reflexionando sobre si es mejor un patrono privado que uno público. Ha habido un cambio de mentalidad absolutamente importante, en el sentido de que se prefiere que sea el Estado el que me defienda, el que regule la actividad laboral, pero que sea el patrono un empresario privado. Se quiere un equilibrio porque ante un patrono público, a qué instancia laboral de Gobierno puedo acudir a que me defienda.
El tema es el equilibrio de poderes, de derechos laborales. Hay cambios importantes.
¿Los derechos socioeconómicos de los trabajadores se están incluyendo como oferta de RSE?
Muchos empresarios en Venezuela, y según el tamaño de la empresa, dicen que ya la legislación laboral venezolana es exigente. Tienes ley del Trabajo, Inces, Lopcymat, ley de Alimentación, de Incorporación de Personas con Discapacidad, etc. Tienes muchas leyes laborales y si eres una Pyme ya cumplir con la legislación es muy fuerte, por lo que quedaría a las grandes empresas, las que tienen mayor musculatura, las iniciativas más allá de las obligaciones legales. Por eso se están otro tipo de cosas que no tiene costo, como practicas de no discriminación, de promoción, de igualdad de género.
Hay prácticas que se están desarrollando en países como Colombia, Chile o Brasil que aquí no se están discutiendo porque nos estamos quedando en la coyuntura. Temas como inversión responsable, de consumo responsable, de cadenas de suministro responsable, de productos "limpios". Hay discusiones sobre RSE que no se están dando en el país porque la coyuntura política es de un sector empresarial que se siente muy amenazado. La RSE se ha limitado a defenderse en el entorno operativo, y a que los trabajadores sean parte de los defensores de la empresa.
En otros países están discutiendo alianzas públicas y privadas, cómo el sector empresarial y el gubernamental se ponen de acuerdo para hacer acciones conjuntas de corresponsabilidad. Eso no se está logrando aquí porque no hay diálogo. Hay cosas que no estamos discutiendo como país porque la polarización no lo permite.
¿Qué temas deberían discutirse en el país?
Generación de desechos sólidos, seguridad personal, laboral e industrial, seguridad vial; problemas como que 30% de la población infantil no tenga educación preescolar. Hay indicadores en salud como el de la desnutrición. Deberíamos tener una agenda país en algunos temas, e ideal sería con un convocante que no polarice, que el Estado venezolano estableciera metas en educación por ejemplo. Pero lamentablemente las condiciones políticas no están ayudando. La gran apuesta es que en Venezuela hay una capacidad importante de trasnacionales, que son las que están avanzando en el mundo, bien sea porque se lo autoimponen o porque los observatorios internacionales se lo exigen. Entonces lo que uno espera es que entonces esas empresas trasnacionales que se sienten exhortadas a cambiar procedimientos y prácticas responsables en los países de su casa matriz, también lo hagan en Venezuela.
Por otra parte está el empresariado nativo, que si bien la coyuntura es complicada, la apuesta es que este país no bajará la Santamaría. Tiene que pensar que necesitamos un país con mayor equidad.
"Hay discusiones sobre RSE que no se están dando en el país" - El Universal
Ernesto J .Tovar
EL UNIVERSAL