Muchas veces, como insulto a un conductor, le dicen que "sacó la licencia en una caja de detergente", pues son pocas las personas que aprenden a conducir en una autoescuela. La gran mayoría se instruye a través de un amigo o pariente y los más arriesgados lo hacen por su cuenta, lanzándose a las calles para aprender por ensayo y error.
En Caracas, sin embargo, aún funcionan varias autoescuelas que desde hace décadas han enseñado a miles de personas a conducir vehículos de manera adecuada. Maribel de Riccardi, encargada de la Autoescuela Rossini (una de las más tradicionales), comentó que, a pesar de que parece que hubieran caído en desuso, a estas instituciones llegan alumnos de todas las edades y sexos. Los reciben a partir de los 16 años. El curso básico para aprender a manejar es de unas ocho clases de 50 minutos, donde se ponen frente al volante en compañía de instructores calificados y con experiencia.
Vito Di Zonno, coordinador de instructores, señaló que enseñan todo lo referente al manejo; en cuanto a las dificultades de los alumnos dijo que "hay personas que les cuesta el volante y a otros la coordinación de los pedales". Asegura que el mayor problema ocurre cuando el alumno se aferra al volante; agregó que los instructores hacen mucho hincapié en que los alumnos conozcan la la Ley de Tránsito. Eric Fowler tiene siete años como instructor y comenta que al principio a los alumnos les cuesta hacer caso. "Hay que educar a la gente, creo que hacer el curso en la autoescuela debería ser obligatorio". Hablan los alumnos Rosa Fernández no es una jovencita, pero está tomando clases para aprender a manejar porque "ahora es cuando pude comprar el carrito". Confesó que el croche es lo que más le ha costado y que su instructor "ha tenido mucha paciencia". Igor Mendoza tiene 18 años y está aprendiendo a manejar sincrónico. Comentó: "Mi mamá también hizo el curso y por eso me mandó para acá; al terminar saco la licencia". Di Zonno dijo que la mayoría de los conductores de Caracas no respetan las señales ni los semáforos, no ponen la luz de cruce y 90% no usa el cinturón de seguridad. A su vez, el instructor Edwin Saavedra señaló que "las choferesas son más precavidas, y no se distraen tanto como los hombres".
ADRIANA DIAZ GUILLEN
Foto:Cheo Pacheco
ADRIANA DIAZ GUILLEN
Foto:Cheo Pacheco