martes, 9 de agosto de 2011

Viajar con niños

Si tiene previsto salir de vacaciones con la familia, pero la idea de estar atrapado en el auto con cuatro hijos pequeños por varias horas le crispa los nervios, es hora de que comience a trazar un plan para mantenerlos entretenidos y contentos en el trayecto.

Así evitará tener que oír cada media hora: "¿ya llegamos?".
Al viajar en carro, los niños se aburren fácilmente y empiezan a quejarse y pelearse entre sí cuando no tienen nada que hacer. Pero con un poco de creatividad y mucha disposición, viajar por carretera hacia cualquier punto geográfico del país puede convertirse en una aventura divertida para padres e hijos.

Tecnología para grandes y chicos

Uno de los aspectos más difíciles de coger carretera por seis o siete horas con los pequeños de la casa es conseguir que se diviertan. No es fácil, pero puede lograrse. Con tantos dispositivos tecnológicos con que están diseñados algunos autos es cada vez menos pesado sacarlos de vacaciones. Algunos de los modelos más nuevos vienen con un sistema de entretenimiento de alta definición.

Gracias a un reproductor de DVD incorporado y una pantalla doble con audífonos inalámbricos, los hijos menores pueden mantenerse ocupados por un par de horas viendo su película de dibujos animados favorita o un programa didáctico, mientras que los más grandes la pasarán tranquilos viendo fotografías o videos desde una cámara o reproductor de DVD portátil.

Igualmente, pueden escuchar su música preferida, desde un disco duro integrado o un iPod.

Quienes no pueden darse el lujo de tener un carro de último modelo también tienen muchas opciones.

Arme bolsas de juguetes para colocarlas entre los niños pequeños. Coloque dentro de estos "cotillones" juguetes sencillos con los que puedan entretenerse juntos, como un paquete de cartas infantiles, muñecas o muñecos de peluche y dinosaurios.
A los más grandecitos les encanta escuchar música en su reproductor
de CD o ver películas en el DVD portátil. Sólo deben llevar sus audífonos y pilas adicionales o un cargador en caso de que sea necesario.

Disfrutar en familia

Llega el momento cuando los niños se cansan de los juguetes y de tanta tecnología y quieren algo más activo. Cantar es una de las maneras más sencillas de pasar un momento familiar súper divertido.

Para hacerlo más grato aún, los padres también tienen que participar activamente.
Los niños no deben sentirse obligados en estas actividades. Más bien, explíqueles que los que quieran están invitados a unirse a ese momento de diversión familiar. Anímenlos no solo a cantar, sino también a escoger las canciones de su preferencia.
Ellos adoran los cuentos, pero a veces leer en el carro puede causarles dolor de cabeza o mareos. Es preferible animarlos a participar en la narración de cuentos progresivos con el aporte que se le ocurra a cada uno contando con su capacidad creativa.

Este pasatiempo requiere que una persona, preferiblemente uno de los padres, comience a narrar una historia y se detenga después de unas pocas oraciones. La próxima persona debe continuar el cuento e irlo desarrollando tanto como se lo permita la imaginación.

Así sucesivamente van armando una historia divertida entre risotadas hasta que todos los niños hayan participado.
En algunas ocasiones, para los más pequeños de la familia resulta más fácil narrar cuentos conocidos, como Hansel y Gretel, El gato con botas, Pinocho, La Caperucita Roja o Los tres Cochinitos e irlos desarrollando de manera creativa o incluso con añadiduras jocosas.

¿Adiós a la diversión?

Algunos niños son propensos a marearse en los viajes por carretera a causa de las altas temperaturas y las curvas, y ello puede arruinar hasta el más grato momento de diversión en familia.

Aun cuando se detengan un rato para que respire un poco de aire fresco, a veces queda la sensación de náusea, dolor de cabeza y ganas de vomitar.
Existen varias marcas de medicamentos para el mareo asociado al movimiento, pero su uso está contraindicado en niños muy pequeños. Es entonces cuando se tienen que buscar opciones a base de productos naturales.
El jengibre es un remedio natural excelente para estos casos. Pese a su sabor algo picante, es muy efectivo y no tiene contraindicaciones. Se puede encontrar en cápsulas.

Al continuar el viaje, siente al niño en el medio del asiento trasero, desde donde podrá tener una vista más clara del paisaje desde la ventana. Conviene apagar al aire acondicionado y abrir las ventanas para que corra el aire. Evite darle comida grasosa, ya que puede revolverle aún más el estómago. Siempre tenga a mano toallitas húmedas y bolsas plásticas para cualquier emergencia.

Servio Viloria
servioviloria@hotmail.com

Foto Cortesía

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