El índice de
confianza del consumidor elaborado por Datanálisis, con estadísticas al cierre de junio de este año, revela que el alza de los precios del petróleo, el crecimiento de la liquidez y el aumento del salario mínimo, por ahora, no han cambiado el pesimismo que tienen la mayoría de las familias respecto a la economía.
La encuesta determina que sólo 29,8% de las familias del país están dispuestas a adquirir bienes duraderos como muebles, electrodomésticos, automóviles o apartamentos.
Al mismo tiempo, sólo 42,9% de las familias considera que su situación actual es mejor respecto al año anterior y al evaluar la marcha del país 40,1% cree que la situación actual es mejor a la de un año atrás y 44% espera que mejore en los próximos doce meses.
El único dato que arroja resultados que podrían interpretarse como positivos es la respuesta a la pregunta sobre cómo espera que sea la situación familiar para dentro de un año, donde 50,5% considera que será mejor. Al ponderar todas estas variables surge el índice de confianza del consumidor, que indica que sólo 41,5% de las familias del país tiene confianza.
Cuando este indicador se ubica por debajo de 50% es considerado como un resultado negativo.
Una mirada de largo alcance indica que el índice de confianza del consumidor se situó en el nivel más alto en diciembre de 2008, cuando en medio de la cúspide del boom petrolero alcanzó 53,9%.
En febrero de 2010, en medio de la recesión que impactó a la economía, cayó hasta 39,1% y este año se ha mantenido por debajo de 42%.
Luis Vicente León, director de Datanálisis, explica que "el consumidor aun no siente una mejora significativa respecto al período de recesión y el consumo no se ha recuperado al compararlo con 2009".
Agrega que si bien hubo un incremento del salario mínimo la inflación ha permanecido alta y el poder de compra no es igual al de tres años atrás. "
En el tercer trimestre de 2007 el consumo creció 19%, se añora un pasado que ya no se siente, por eso la mayoría de las familias están capciosas respecto al futuro".
No obstante adelanta que en vista del alza de los precios del petróleo puede esperarse que la liquidez en términos reales crecerá de manera importante, ayudando a incrementar la confianza en los consumidores.
Por estratos
Al evaluar los resultados por estratos Datanálisis determina que las familias de menor poder adquisitivo tienen más confianza y optimismo respecto al futuro.
Mientras que sólo 24,14% de las familias del estrato AB considera que la situación económica del país estará mejor dentro de un año, en el estrato D y E la proporción es de 46%.
En el estrato AB, 43,7% de las familias espera que su situación al cabo de un año será mejor, mientras que en el estrato D responde afirmativamente el 51,7% y en el D el 52,2%.
No obstante hay coincidencias en la poca disposición a adquirir bienes duraderos.
Apenas el 25% de las familias del estrato AB se muestra dispuesta adquirir bienes duraderos, en el estrato C, 25,4%, en el D 33,3% y en el E 28,9%.
En definitiva al establecer el índice de confianza del consumidor por estratos en el AB se sitúa en 31,4%, en el C en 35%, en el D en 43,5% y el E 43%. "
El estrato AB tiene más información y es más desconfiado respecto al futuro, los más pobres suelen ser más optimistas pero aun así los resultados son negativos", señala Luis Vicente León.
confianza del consumidor elaborado por Datanálisis, con estadísticas al cierre de junio de este año, revela que el alza de los precios del petróleo, el crecimiento de la liquidez y el aumento del salario mínimo, por ahora, no han cambiado el pesimismo que tienen la mayoría de las familias respecto a la economía.La encuesta determina que sólo 29,8% de las familias del país están dispuestas a adquirir bienes duraderos como muebles, electrodomésticos, automóviles o apartamentos.
Al mismo tiempo, sólo 42,9% de las familias considera que su situación actual es mejor respecto al año anterior y al evaluar la marcha del país 40,1% cree que la situación actual es mejor a la de un año atrás y 44% espera que mejore en los próximos doce meses.
El único dato que arroja resultados que podrían interpretarse como positivos es la respuesta a la pregunta sobre cómo espera que sea la situación familiar para dentro de un año, donde 50,5% considera que será mejor. Al ponderar todas estas variables surge el índice de confianza del consumidor, que indica que sólo 41,5% de las familias del país tiene confianza.
Cuando este indicador se ubica por debajo de 50% es considerado como un resultado negativo.
Una mirada de largo alcance indica que el índice de confianza del consumidor se situó en el nivel más alto en diciembre de 2008, cuando en medio de la cúspide del boom petrolero alcanzó 53,9%.
En febrero de 2010, en medio de la recesión que impactó a la economía, cayó hasta 39,1% y este año se ha mantenido por debajo de 42%.
Luis Vicente León, director de Datanálisis, explica que "el consumidor aun no siente una mejora significativa respecto al período de recesión y el consumo no se ha recuperado al compararlo con 2009".
Agrega que si bien hubo un incremento del salario mínimo la inflación ha permanecido alta y el poder de compra no es igual al de tres años atrás. "
En el tercer trimestre de 2007 el consumo creció 19%, se añora un pasado que ya no se siente, por eso la mayoría de las familias están capciosas respecto al futuro".
No obstante adelanta que en vista del alza de los precios del petróleo puede esperarse que la liquidez en términos reales crecerá de manera importante, ayudando a incrementar la confianza en los consumidores.
Por estratos
Al evaluar los resultados por estratos Datanálisis determina que las familias de menor poder adquisitivo tienen más confianza y optimismo respecto al futuro.
Mientras que sólo 24,14% de las familias del estrato AB considera que la situación económica del país estará mejor dentro de un año, en el estrato D y E la proporción es de 46%.
En el estrato AB, 43,7% de las familias espera que su situación al cabo de un año será mejor, mientras que en el estrato D responde afirmativamente el 51,7% y en el D el 52,2%.
No obstante hay coincidencias en la poca disposición a adquirir bienes duraderos.
Apenas el 25% de las familias del estrato AB se muestra dispuesta adquirir bienes duraderos, en el estrato C, 25,4%, en el D 33,3% y en el E 28,9%.
En definitiva al establecer el índice de confianza del consumidor por estratos en el AB se sitúa en 31,4%, en el C en 35%, en el D en 43,5% y el E 43%. "
El estrato AB tiene más información y es más desconfiado respecto al futuro, los más pobres suelen ser más optimistas pero aun así los resultados son negativos", señala Luis Vicente León.
