Isabel Pereira señala que la escasez desmejora los niveles de nutrición
El salari
o mínimo actual de 1.548,21 bolívares es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia que depende de una sola fuente de ingreso, sobre todo cuando la inflación golpea con más fuerza a los estratos socioeconómicos más bajos.
Isabel Pereira, socióloga y directora de Cedice, difiere del planteamiento del Instituto Nacional de Estadística (INE) de que el ingreso promedio por hogar se compone a partir de dos salarios mínimos.
Pereira asegura que de acuerdo con las mediciones que han realizado en Cedice, entre 23% y 25% de los hogares "están dirigidos sólo por la madre".
"En los hogares desestructurados, donde sólo la madre mantiene el hogar y no cuenta con ninguna protección, ese hogar está duramente castigado por la inflación. ¿Cómo enfrenta el tema alimentario con un sólo salario mínimo? Esa es la realidad de los más pobres del país", indicó Pereira.
La socióloga señala que las familias que componen los estratos socioeconómicos más bajos destinan la mayor parte de sus ingresos para cubrir los gastos de alimentación y transporte.
En este último es poco lo que las familias pueden hacer para maniobrar y rendir el presupuesto, lo que los obliga a reducir los gastos en la compra de alimentos.
"Hay un deterioro en las condiciones de vida. La gente comienza a comer menos y con menor calidad. Buscan alimentos mucho más baratos, de menor valor nutricional para poder pagar el transporte. Eso te lleva a reflexionar con qué se paga alquileres, servicios, ropa, o si les queda dinero para que puedan tener recreación. Yo creo que no" asegura.
Pereira explica que las ciudades no ofrecen ninguna alternativa en materia de transporte a los ciudadanos que les permita ahorrar, por lo que es un gasto fijo que no se puede recortar ni modificar.
"Si la persona vive en Catia y trabaja en el Centro o en Palo Verde no se puede ir ni a pie ni en bicicleta, por lo que tiene que tener a la mano el dinero para pagar el carrito o el Metro, de otro modo no puede llegar al trabajo".
Cabe destacar que recientemente, las tarifas del Metro de Caracas se ajustaron en 100% y para diciembre se prevé un incremento de 50%, con el mismo salario mínimo.
Pereira señala que el principal problema que enfrentan los venezolanos, sobre todo los de menores recursos, es la inflación "que proviene de la falta de confianza en la economía, la ausencia de inversiones, la estilización de empresas, las malas políticas públicas y la ineficacia de las redes de suministro de alimentos del Estado".
Pereira acota además que los trabajadores informales también son duramente golpeados por la inflación, porque "en la mayoría de los casos no perciben salario mínimo".
Menos nutrición
La escasez de alimentos es otro factor que afecta el presupuesto de las familias y desmejora la nutrición de la población.
Pereira señala que en estos momentos escasean los alimentos que consumen en mayor proporción las familias pobres, como son harina de maíz precocida; grasas como aceites y margarinas, y las pastas.
"Eso además somete a las amas de casa a prácticas injustificadas, como recorrer varios comercios para comprar esos productos, afectando su calidad de vida y también el presupuesto. Lo que compraban el sábado en la mañana ahora lo compran en un día de recorrido".
Señala que "la escasez obliga a los ciudadanos a recomponer la cesta básica de alimentos, y los obliga a ajustar su consumo a una situación de carencia que es en la que estamos".
La socióloga estima que la situación en el abastecimiento no mejorará mientras el Gobierno continúe amenazado la propiedad privada y ahuyente la inversión para producir alimentos a través de estatizaciones
Transporte y alimentos golpean el salario de los más pobres - Economía - EL UNIVERSAL
El salari
o mínimo actual de 1.548,21 bolívares es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia que depende de una sola fuente de ingreso, sobre todo cuando la inflación golpea con más fuerza a los estratos socioeconómicos más bajos.Isabel Pereira, socióloga y directora de Cedice, difiere del planteamiento del Instituto Nacional de Estadística (INE) de que el ingreso promedio por hogar se compone a partir de dos salarios mínimos.
Pereira asegura que de acuerdo con las mediciones que han realizado en Cedice, entre 23% y 25% de los hogares "están dirigidos sólo por la madre".
"En los hogares desestructurados, donde sólo la madre mantiene el hogar y no cuenta con ninguna protección, ese hogar está duramente castigado por la inflación. ¿Cómo enfrenta el tema alimentario con un sólo salario mínimo? Esa es la realidad de los más pobres del país", indicó Pereira.
La socióloga señala que las familias que componen los estratos socioeconómicos más bajos destinan la mayor parte de sus ingresos para cubrir los gastos de alimentación y transporte.
En este último es poco lo que las familias pueden hacer para maniobrar y rendir el presupuesto, lo que los obliga a reducir los gastos en la compra de alimentos.
"Hay un deterioro en las condiciones de vida. La gente comienza a comer menos y con menor calidad. Buscan alimentos mucho más baratos, de menor valor nutricional para poder pagar el transporte. Eso te lleva a reflexionar con qué se paga alquileres, servicios, ropa, o si les queda dinero para que puedan tener recreación. Yo creo que no" asegura.
Pereira explica que las ciudades no ofrecen ninguna alternativa en materia de transporte a los ciudadanos que les permita ahorrar, por lo que es un gasto fijo que no se puede recortar ni modificar.
"Si la persona vive en Catia y trabaja en el Centro o en Palo Verde no se puede ir ni a pie ni en bicicleta, por lo que tiene que tener a la mano el dinero para pagar el carrito o el Metro, de otro modo no puede llegar al trabajo".
Cabe destacar que recientemente, las tarifas del Metro de Caracas se ajustaron en 100% y para diciembre se prevé un incremento de 50%, con el mismo salario mínimo.
Pereira señala que el principal problema que enfrentan los venezolanos, sobre todo los de menores recursos, es la inflación "que proviene de la falta de confianza en la economía, la ausencia de inversiones, la estilización de empresas, las malas políticas públicas y la ineficacia de las redes de suministro de alimentos del Estado".
Pereira acota además que los trabajadores informales también son duramente golpeados por la inflación, porque "en la mayoría de los casos no perciben salario mínimo".
Menos nutrición
La escasez de alimentos es otro factor que afecta el presupuesto de las familias y desmejora la nutrición de la población.
Pereira señala que en estos momentos escasean los alimentos que consumen en mayor proporción las familias pobres, como son harina de maíz precocida; grasas como aceites y margarinas, y las pastas.
"Eso además somete a las amas de casa a prácticas injustificadas, como recorrer varios comercios para comprar esos productos, afectando su calidad de vida y también el presupuesto. Lo que compraban el sábado en la mañana ahora lo compran en un día de recorrido".
Señala que "la escasez obliga a los ciudadanos a recomponer la cesta básica de alimentos, y los obliga a ajustar su consumo a una situación de carencia que es en la que estamos".
La socióloga estima que la situación en el abastecimiento no mejorará mientras el Gobierno continúe amenazado la propiedad privada y ahuyente la inversión para producir alimentos a través de estatizaciones
