Ser dueño de su propio negocio, conquistar nuevas experiencias y duplicar las capacidades económicas, son varias de las grandes características que describen el perfil del venezolano. Las trabas políticas, económicas y sociales en las que pueda estar sumergido el país no han sido obstáculos para sus ciudadanos, cuando de emprendimiento se trata.
De acuerdo a las cifras más recientes del Monitor Global de Emprendimiento (GEM), conducido por el Centro de Emprendedores del IESA, Venezuela ocupó en 2009 la octava posición en la creación de iniciativas emprendedoras en el mundo y el quinto lugar entre los niveles de actividad de América Latina, de un total de 54 naciones que fueron evaluadas para el estudio.
Al momento de la encuesta, la actividad emprendedora temprana se ubicó en 18,66%. La primera área de emprendimiento tiene que ver con el negocio de alimentos. También existe una gran participación en las actividades de estética, masajes y comercialización de productos.
Para el estudio fueron contactados 2.000 hogares, de los cuales 1.693 entrevistas fueron efectivas, con una tasa de respuest
a de 84,65%.
Aunque el comportamiento de la iniciativa empresarial en 2009 ha dado resultados interesantes, no es menos cierto que ha venido descendiendo con respecto a años anteriores.
Según el Monitor Global de Emprendimiento, en el año 2003 un 27,3% de la población estaba en proceso de creación de una empresa o tenía una con menos de tres años y medio de antigüedad. Para el año 2005, esta cifra había descendido a 25% y en 2007 había caído otros 5 puntos y se situaba en 20,16%.
Entre las causas asociadas al repunte de 2003 se encuentra el paro que sufrió el país en abril de 2002, que obligó a los afectados por cierres de empresas y despedidos de Pdvsa a recurrir a iniciativas propias de emprendimiento para compensar la crisis laboral que estaban sufriendo.
En tanto, los estudios evidencian que el espíritu emprendedor en Venezuela ha ido mermando como consecuencia de la formación empresarial inadecuada y las políticas y regulaciones vigentes que vive el país y que hacen que la actividad comercial y productiva se deba desarrollar cada vez más en un ambiente de restricciones e incertidumbre.
Artículo publicado en www.eluniversal.com
