Celebración en la oficina

En las fiestas decembrinas afloran el compañerismo y la solidaridad

Llega diciembre y con el mes la alegría de la Navidad y su espíritu festivo, que se abre paso entre la rutina laboral de cada día para colarse en el ambiente de la oficina, ayudando a incentivar el compañerismo.
Prueba de ello son los infaltables intercambios de regalos o “Amigo secreto”, que sirven de excusa para un momento de encuentro y diversión que deje de lado el estrés del trabajo.
Jugar al amigo secreto puede aumentar el sentimiento de camaradería entre compañeros al tener que buscar el modo de poder cumplir diariamente con la entrega de un detalle, sin que el destinatario sepa quién lo ha dejado.
Por otra parte, también existe un modo de jugar, similar a la tradición de dejar dulces en botas navideñas, en la que todos los amigos colocan a diario su regalo en un mismo recipiente y al final de la jornada de trabajo, todos buscan su presente.
Si se opta solo por un intercambio de regalos no se tendrá que buscar el modo de dejar un detalle diario al amigo, sin ser descubierto, pero se mantiene la emocionante intriga de no saber quién regala a quién.
Los intercambios también permiten modalidades más diversas.

Divertirse
Una modalidad es comprar regalos unisex. El día seleccionado los participantes colocan sus presentes en un mismo lugar y, con un orden preestablecido, cada uno va tomando el regalo de preferencia.
Si ese regalo ya está en manos de otro amigo, también puede hacer uso de su derecho a tomarlo. Lo arriesgado de esta variedad radica en la alta probabilidad de que al menos un participante “salga perdiendo” al recibir menos de lo esperado.
Dadas estas circunstancias y ante las dudas acerca del buen criterio de compras de algunos compañeros de trabajo, si se trata de jugar al amigo secreto o de solo intercambiar regalos, son cada vez más frecuente las listas de opciones.
En ellas cada participante indica al menos dos alternativas de regalo que desea recibir. Esto, junto a la fijación de montos mínimos para comprar, agiliza la búsqueda del regalo y asegura la satisfacción de todos.

En armonía
Lo ideal es pasar un momento agradable y diferente, donde las complicaciones del trabajo se hagan a un lado y los compañeros se tomen un instante para integrarse como amigos. Se trata de aprovechar la adrenalina navideña para superar las diferencias, reír juntos y ser cómplices en torno a la diversión.

Ideas
Los juegos pueden aprovecharse para organizar un almuerzo, una merienda o un brindis. Cuando el grupo integra a todos los compañeros de trabajo, pueden utilizarse los espacios de la oficina para organizar una pequeña celebración al mediodía o al final de la tarde. Pero cuando se trabaja en espacios amplios donde diversos grupos han organizado actividades independientes, es preferible optar por un ambiente fuera de la oficina. Un restaurante, un café o, para los más fiesteros, un local nocturno, son ideales. Lo importante es que todos estén a gusto con el lugar elegido.

María Fernanda Torres
El Universal