The Guardian
Quienes no enfrentan a sus colegas a tiempo pueden explotar en cualquier momento.
La revista Journal of Epidemiology and Community Health acaba de publicar una investigación de varios científicos de la Universidad de Estocolmo, Suecia. La misma demuestra que las personas que suelen reprimir sus sentimientos en el trabajo y no tratan de buscar una solución con sus jefes o con los colegas al trato injusto que reciben tienen 100% más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o morir a causa de una cardiopatía.
Gracias a la colaboración de Phillip Hodson, miembro de la British Association of Counselling and Psychotherapy, y de la doctora Luisa Dillner, a continuación presentamos una guía sucinta acerca de cómo manejar los problemas que surgen en la oficina.
Arme un zafarrancho
Sin duda, aunque es lo más beneficioso para usted tanto psicológica como fisiológicamente, desafortunadamente no lo es para su futuro laboral.
Puede que se salga con las suyas si la persona con quien discute está a su mismo nivel, pero también puede ganarse un enemigo para toda la vida.
Sin embargo, asegúrese de no hacerlo en presencia de otros compañeros de su trabajo; no querría que se enteraran de que está completamente fuera de
juicio.
Diga lo que siente
Parece obvio, pero a muchas personas les aterra admitir que lo que sienten es una emoción negativa. Es normal sentir rabia, y lo importante es que vea el otro lado de una situación desagradable.
Si no trata de sacar toda la ira que lo está carcomiendo, la seguirá reprimiendo.
Alternativas
Si no puede decir lo que siente, busque otra manera de hacerlo. Pida permiso para hablar lo que indica que la otra persona lo está interrumpiendo o bien cuestione lo que le acaba de decir. Sin embargo, evite mostrarse muy enojado. Eso sería regresar a la agresión pasiva.
Hable siempre en voz baja
Es una táctica de control extraordinaria pues obliga a las personas a esforzarse más para escucharlo. Además, hace que parezca incluso más furioso, por lo que los otros le responderán como si realmente lo estuviera. ¿Acaso no es verdad?
No ataque para nada a su superior
Esta es una opción sólo si su jefe es un psicópata, un personaje muy común al frente de muchas de las grandes compañías. Este tipo de sujetos siempre buscará la forma de ³acabar² con usted. Lleve un registro de su comportamiento y demándelo.
La revista Journal of Epidemiology and Community Health acaba de publicar una investigación de varios científicos de la Universidad de Estocolmo, Suecia. La misma demuestra que las personas que suelen reprimir sus sentimientos en el trabajo y no tratan de buscar una solución con sus jefes o con los colegas al trato injusto que reciben tienen 100% más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o morir a causa de una cardiopatía.
Gracias a la colaboración de Phillip Hodson, miembro de la British Association of Counselling and Psychotherapy, y de la doctora Luisa Dillner, a continuación presentamos una guía sucinta acerca de cómo manejar los problemas que surgen en la oficina.
Arme un zafarrancho
Sin duda, aunque es lo más beneficioso para usted tanto psicológica como fisiológicamente, desafortunadamente no lo es para su futuro laboral.
Puede que se salga con las suyas si la persona con quien discute está a su mismo nivel, pero también puede ganarse un enemigo para toda la vida.
Sin embargo, asegúrese de no hacerlo en presencia de otros compañeros de su trabajo; no querría que se enteraran de que está completamente fuera de
juicio.
Diga lo que siente
Parece obvio, pero a muchas personas les aterra admitir que lo que sienten es una emoción negativa. Es normal sentir rabia, y lo importante es que vea el otro lado de una situación desagradable.
Si no trata de sacar toda la ira que lo está carcomiendo, la seguirá reprimiendo.
Alternativas
Si no puede decir lo que siente, busque otra manera de hacerlo. Pida permiso para hablar lo que indica que la otra persona lo está interrumpiendo o bien cuestione lo que le acaba de decir. Sin embargo, evite mostrarse muy enojado. Eso sería regresar a la agresión pasiva.
Hable siempre en voz baja
Es una táctica de control extraordinaria pues obliga a las personas a esforzarse más para escucharlo. Además, hace que parezca incluso más furioso, por lo que los otros le responderán como si realmente lo estuviera. ¿Acaso no es verdad?
No ataque para nada a su superior
Esta es una opción sólo si su jefe es un psicópata, un personaje muy común al frente de muchas de las grandes compañías. Este tipo de sujetos siempre buscará la forma de ³acabar² con usted. Lleve un registro de su comportamiento y demándelo.
Traducción Servio Viloria
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